Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.
García Montero.
Confesiones
viernes, 30 de enero de 2009
Publicado por almayciudad en 2:27
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6 alma/s en esta ciudad:
Me encanta García Montero!
Una vez pasaste por mi blog, pero hasta ahora no te he podido devolver la visita, he estado ausente.
Volveré, me ha gustado!
Saludos
Hermoso poema, como casi todos los del libro "Completamente viernes".
Yo para hoy me quedo con el poema "Martes y letras", sobre todo con su final: "el poema, no nace del esfuerzo de hablar solo, es la necesidad de estarle hablando a una silla vacía".
Un abrazo sireno
Ah! Se me olvidaba, quizá ya lo conozcas, o no te interese...
Te recomiendo el libro "Los muertos no van al cine" de Juan López-Carrillo (Ed.Candaya).
Lectura exquisita
:-)
Supongo que todos nos hemos sentado a esperar algo que sabíamos no iba a llegar.
Pero nos sentamos.
Y esperamos.
Y no llega.
Pero eso ya lo sabíamos.
Así que seguimos sentados.
Y seguimos esperando.
Adoro a este hombre, fue mi reconciliación con la poesía, un día caí entre sus letras y quedé enganchada a sus palabras como a la droga más dura.
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